Advierten que la mortalidad por las altas temperaturas aumentó un 160% en la región en los últimos 20 años

Especialistas del Hospital de Clínicas emitieron una serie de recomendaciones ante la inminente llegada del verano, en el cual se anticipan temperaturas superiores a las habituales en diversas regiones del país, según estimaciones del Servicio Meteorológico Nacional.

Raúl Mejía, jefe del departamento de Medicina Ambulatoria del Hospital de Clínicas de la UBA, subrayó que una persona afectada por hipertermia debido a un golpe de calor presenta un aumento significativo de la temperatura corporal, superando los 40 grados Celsius y este fenómeno puede desencadenar alteraciones neurológicas y deshidratación aguda, especialmente peligrosas para niños menores de un año y adultos mayores de 65 años.

El aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor en Sudamérica, según un artículo en la revista Lancet sobre el impacto del cambio climático en la salud, llevó a un incremento del 160% en la mortalidad por calor en la región en las últimas dos décadas.

Este fenómeno, según los expertos, afectó de manera significativa la salud y supervivencia de los segmentos de la población más vulnerables.

Ante la llegada del calor y las altas temperaturas, especialistas del Hospital de Clínicas emitieron una serie de recomendaciones (NA)

Según informó Télam, las proyecciones del SMN indican que durante el trimestre noviembre-enero se esperan temperaturas superiores a lo normal en el norte y noroeste del país, región del Litoral, Córdoba y Santa Fe mientras que en La Pampa y la provincia de Buenos Aires se prevé que las temperaturas oscilen entre normales y más cálidas de lo habitual.

Y en este contexto, el especialista médico del Hospital de Clínicas advierte que el problema afecta principalmente a niños y personas mayores, ya que tienden a no consumir suficientes líquidos y tienen dificultades para regular la pérdida de líquidos corporales. La falta de sensación de sed en personas mayores y la limitada capacidad de acceso a la hidratación en bebés contribuyen a este riesgo.

Mejía destaca, además, que las altas temperaturas afectan de manera más severa a pacientes con enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras condiciones predisponentes. Los síntomas más comunes de un golpe de calor incluyen temperatura corporal elevada, cansancio, náuseas, vómitos, cambios en la frecuencia cardíaca, dificultad para respirar, enrojecimiento de la piel, pérdida de la conciencia, síncope e incluso coma.

El comunicado del Hospital de Clínicas enfatiza la importancia de actuar rápidamente en caso de síntomas, sugiriendo que la persona afectada se ubique en un lugar fresco, con aire acondicionado o frente a un ventilador, se moje la piel con paños o agua fría y retire la ropa. La rehidratación con líquidos fríos se considera clave, y se insta a buscar atención médica si los síntomas persisten o empeoran.

Para prevenir golpes de calor, se recomienda tomar agua frecuentemente, preferentemente en lugares frescos y ventilados y al circular por la calle, se aconseja buscar la sombra, ya que puede haber hasta 3 grados de diferencia entre el sol y la sombra. Asimismo, durante las horas de mayor calor, entre las 10 y las 17, se sugiere evitar la exposición directa al sol y utilizar gorra, sombrero y anteojos de sol, así como protector solar.

Y finalmente, en cuanto a la alimentación, se aconseja consumir frutas y vegetales, evitando comidas con alto contenido graso, que pueden generar un mayor esfuerzo en el sistema digestivo y si se consume helado, se recomienda que sea de agua y sin azúcar. Además, se sugiere refrescarse con frecuencia en áreas propensas al calor, como el cuello, axilas e ingles, y aplicar compresas frías según sea necesario.